A través de un proyecto piloto de FLAR, el país podría lograr el autoabastecimiento de uno de los rubros más importantes de la mesa de los panameños. Para Eduardo Graterol, director ejecutivo del Fondo Latinoamericano de Arroz de Riego (FLAR), Panamá tiene el potencial para incrementar los rendimientos del arroz a corto, mediano plazo, en un 20%, 30%, y más en largo plazo, o en 50% o más.
Señaló que en secano los rendimientos en el país son bajos, incluso comparado con otros países de la región, con lo que está hablando quizás de unos 80, 90 quintales por hectárea, y para algunos productores un poco por encima de 100 quintales por hectárea.
Graterol resaltó que si el país realiza mejoras en el proceso de cultivo, desde la adecuación de los suelos hasta todo el manejo agronómico y cosecha se puede obtener rendimientos por encima de los 120, inclusive 130 quintales en secano. Mientras que en riego, los rendimientos podrían alcanzar incluso los 200 quintales por hectárea, con un promedio de unos 150, 160 quintales.
El experto sostiene que con “la vulnerabilidad alimentaria mundial, debido al impacto del cambio climático, -que afecta los precios de los productos agropecuarios junto a otros factores que inciden en las cadenas de abastecimiento-, la transformación tecnológica puede ser una oportunidad que permita a Panamá alcanzar un autoabastecimiento en la producción de arroz”.
“En Panamá el año pasado y aún en este año ha sido evidente el efecto de las altas temperaturas, no solamente en la agricultura sino en la vida de las personas, y eso está teniendo como consecuencia una menor producción agrícola y pecuaria, y además ha implicado afectaciones en la calidad de los productos y en los costos, porque bajo estas condiciones se incrementa el costo de los alimentos por la reducción de las áreas y la escasez de los productos”, expuso Graterol, durante una jornada de capacitación del Banco Nacional de Panamá, con el tema de fondo: “Cambio Climático, Mitigación en el Agro
Entre los factores que afectan las cadenas de abastecimiento, el especialista mencionó también las políticas agrícolas, no solamente del país, sino de otros países que proveen alimentos, y que en definitiva terminan afectando a los compradores, y, además de efectos puntuales, como la crisis climática, la crisis de la guerra, o las anormalidades en las cadenas logísticas.
Durante la capacitación, el especialista presentó el proyecto piloto de transformación de la producción de arroz en Panamá, con miras a producir más arroz con menos insumos, y a aprovechar mejor los recursos, incluida el agua.
“Es una propuesta que estamos realizando al país, donde el arroz es un alimento fundamental, y el Banco Nacional nos da la oportunidad de dar a conocer la propuesta y de gestionar los recursos necesarios para poder implementar el proyecto en este país”, dijo.
Para el año agrícola 2023-2024, Panamá tiene programado sembrar 92,757 hectáreas, con la participación de 1,680 productores, con una proyección de cosecha de 437,106 toneladas métricas, es decir, 9, 616,332 quintales, con rendimiento promedio de 104 quintales por hectáreas.